Sino soy mi nombre …No soy mis emociones….Ni mis pensamientos………¿Podré viajar mas allá de mis proyecciones? ¿Cómo intentarme si estoy atada a un sinfín de cosas? ...Teoricamente sólo me queda pensarnos como en un Holón, como decia Wilber…
Cada coda es una totalidad-parte. Y cada holon tiene el mismo valor que los demás, constituyéndose la expresión perfecta de lo Divino. Somos uno con el universo!! , por lo tanto creo que el inicio de una visión plena de la realidad es “conocerse a si mismo” ya que también es conocer el todo y lo más lógico seria empezar por uno….
Porque lamentablemente…el ego nos engaña para separarnos de todo, de la naturaleza, de los demás seres humanos e incluso de uno mismo, de la esencia, del alma. Nos sentimos solos, ahogados de una profunda subjetividad, en una soledad radical que muchas veces pesa. Este peso de la carne, peso que nace desde en el momento en que me apego a mi ego y me identifico con mis limites y no con mi trascendencia.
Alguna vez escuche “Aunque todos están parcialmente correctos, dada la limitación de sus facultades, todos están errados dada la realidad evidente”.
¿Que nos queda?...educar nuestros sentidos, para ver mas allá de lo creemos, ir más allá de los que nos han impuesto y siempre recordando a la base que “No vemos realidad como es, sino como somos”.
Miremos al cielo, o la perfección de nuestro propio cuerpo y veamos como todo es perfecto, como todo funciona en una sincronía divina, donde no hay lugar para cuestionamientos, pero tampoco para respuestas….
porque la mente no nos alcanza ¿Limitados por nuestra encarnación, nuestra biología? ¿O más bien por nosotros mismos que como cultura nos apretamos y vamos generando un recogimiento?
….Nos vamos apartando, nos vamos auto encarcelando en nuestros egos que nos cierran caminos de exploración. Y claro ¡cómo no! si es mucho más cómodo y estamos transgeneracionalmente neurotizados
Desde mi opinión, el primer paso para logar una visión integral armoniosa del universo es “caminar hacia el interior usando la llave del amor”, acogiendo nuestra subjetividad y amigándonos con un afán delicioso por integrar a cada ser, cada molécula, divinizar cada pedacito de este universo maravilloso y sobre todo intentar acercarse al todo, partiendo por sumergirse primero en uno mismo, observándose las sombras. La idea es aceptarnos como seres humanos cósmicos, como manifestaciones perfectas y sagradas, intentando siempre mantener los pies en la tierra, asumiendo y consagrando el ACA.PACHA*
